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En las últimas décadas, la alta competitividad de la industria metalmecánica ha llevado consigo al desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías y herramientas. Uno de los grandes avances en este rubro es el troquelado progresivo, el cual es el más complejo de su tipo.
Tipos de troqueles
Antes de hablar sobre el troquelado progresivo, hay que tener en cuenta que existen otros 2 tipos de troqueles, los cuales se utilizan en función del trabajo a realizar, las características de la prensa, el material de trabajo y el volumen de producción.
De acuerdo con estos aspectos, los troqueles se clasifican en:
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Simples: en cada golpe de prensa se realiza una sola operación, por lo que son ideales para una baja producción de piezas sencillas.
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Compuestos: realizan dos o más operaciones en cada golpe de prensa generando una mayor productividad en piezas de complejidad media.
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Progresivos: constan de varias fases o golpes de prensa que realizan diferentes operaciones, y siguiendo una secuencia establecida, conforman una o más piezas terminadas.
Troquelado progresivo
El troquelado progresivo busca fabricar productos más complejos, resistentes, de calidad y económicos que los obtenidos con los otros dos tipos de troqueles ya mencionados.
Para darle la forma y las dimensiones deseadas a las piezas de trabajo, los troqueles progresivos están conformados por varios punzones que trabajan sucesivamente sobre un punto de la tira de lámina.
Cada punzón sigue una secuencia de corte establecida previamente por un diseñador y va modificando la lámina conforme ésta avanza. De esta manera, se puede entregar una o varias piezas terminadas en cuestión de minutos.
Cabe resaltar que el número de fases o pasos de un troquel progresivo pueden variar de acuerdo con los requerimientos de cada pieza, material y nivel de producción.
Es así que un troquelado progresivo puede necesitar desde dos hasta una decena de fases para la conformación de una pieza.
Beneficios y ventajas para la industria
Las necesidades del mercado para cubrir la demanda de productos de distintas industrias (automotriz, electrodomésticos, electrónicos, aeronáutica, informática, naval, entre otras) requieren de procesos de manufactura cada vez más complejos y especializados.
Ante esta situación, el troquelado progresivo no sólo mejora los tiempos, la calidad y el nivel de producción, sino que también ayuda a reducir la vibración y la distorsión durante los procesos de modificación de láminas.
La competitividad de las empresas se determina por la habilidad para mantener su productividad con eficacia y calidad. Por lo cual, hay una gran demanda de innovación tecnológica para la fabricación de troqueles.
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