Finalizamos nuestra serie de entrevistas con Leticia Duarte, Ingeniera en Herramientas. Actualmente, ella está a cargo de un taller de maquinados ubicado en Querétaro.
Casada, con 43 años de edad y una hija de 22, a Lety le ha tocado atestiguar el desarrollo de la industria metalmecánica, no sólo en cuestiones tecnológicas, también en cuanto al papel de las mujeres dentro de ella.
Al mismo tiempo, su historia nos habla del pensamiento un tanto tradicionalista que todavía existe en muchas regiones fuera de la capital del país.
Al principio, me llamó la atención el dibujo técnico y por eso me metí a diseño de máquinas. Me llamaban mucho la atención las tolerancias, vistas y demás. Posteriormente, estudié ingeniería industrial para darme tablas administrativas.
Este ambiente es complicado de repente, como mujer, yo lo vi así. Tengo 43 años, te estoy hablando de años atrás. Cuando yo estaba estudiando, muchos me preguntaban por qué estaba estudiando eso. No sólo mis compañeros, sino mis familiares. Cuando entré a trabajar también sucedió que me dijeron que no, por ser mujer.
Yo creo que cualquier carrera que escojas te va a retar de una u otra manera, pero también creo que mi fortaleza fue que a mí me gusta aprender cosas, siento que lo básico es que tú quieras seguir aprendiendo.
Eso fue una cosa que me ayudó mucho porque yo me seguí preparando, seguí estudiando, de una u otra manera, aprendí porque cuando estudié el diseño, todavía el CAD era relativamente nuevo.
Alguna vez, uno de mis jefes me dijo: “Puedes tener muchos conocimientos de la técnica, pero necesitas traer administración”.
Terminé la carrera de ingeniería industrial hace dos años. La cursé ya casada, ya con mi hija y bueno, la verdad es que he recibido mucho apoyo de mi familia.
Sí ha cambiado porque ya hay más apertura. En la ingeniería industrial, ya son el mismo número de mujeres que de hombres. Aunque no están directamente con máquinas, pero sí hay un poquito más de apertura, todavía te enfrentas a límites culturales, hoy todavía enfrentas eso, pero siento que ya es algo más aceptado.
Fíjate que al principio me decían: “No, es que ¿por qué estudias esto?” o mis compañeros, incluso, una maestra me llegó a decir: “¿Por qué estudias esto?” Como que dices: Bueno ¿qué pasa, estoy haciendo algo malo? jajaja, ¡estoy estudiando!
Pero no, ahorita ya viéndolo en retrospectiva, digo: bueno, ¿Y por qué no? ¿Por qué no podía estudiar eso? Y ahora ya dejó de ser tema de conversación.
Lo principal es lo diverso que puede ser mi trabajo. En mi trabajo actual, pueden llegar una infinidad de diseños y de mecanizados y eso me retroalimenta mucho, yo siento que sigo aprendiendo todos los días y eso para mí, siempre ha sido un aliciente.
Otra cosa que me impulsa es el trato con las personas. Tener personas a tu cargo también implica una gran responsabilidad.
Tengo dos técnicos de taller y dos personas externas que son auxiliares y dibujantes.
He pensado en tener un negocio propio, siento que ahorita no es el momento, por otros proyectos personales, pero no descarto la idea. Dentro del ámbito laboral, yo siempre estoy dispuesta aprender, es como mi base para levantarme de lo que venga. Realmente, no me cierro a ideas, me gusta mucho del diseño.
Me gustó ahora la oportunidad estar a cargo de un taller de maquinados. Es importante tener una buena comunicación, especialmente porque son hombres, entonces, para poder sacar un buen trabajo se necesita una buena comunicación.
Que no se desanimen, si en verdad les gusta la industria. De verdad, la industria hace que te esfuerces todos los días, pero te da muchas cosas buenas. Yo creo que sí se sigue encontrando esta pared cultural, especialmente en este ramo.
A lo mejor en otras carreras ya no, pero en este ramo metalmecánica, sí, todavía hay muchos tabús. Como que dicen: “Ay, cómo una chica va a saber de medidas de tornillos o tipos de materiales”. A lo mejor estás ahí en tu lugar, pero no te van a preguntar porque eres una chica.
Agradecemos a Angélica, Andrea y Leticia por su tiempo y disposición para compartirnos un poco de su experiencia.
En Grupo Hi-Tec, sus historias de vida nos inspiran a no tirar la toalla y seguir trabajando para tener un mundo más equitativo para todas y todos.
Con la seguridad de que todo cambio positivo es posible, respaldamos las acciones que busquen reducir la desigualdad y la violencia que, desafortunadamente, continúan viviendo las mujeres.